No nos merecemos esto": una nueva aplicación somete a los cuidadores estadounidenses a vigilancia digital

https://www.theguardian.com/us-news/2021/jul/28/digital-surveillance-caregivers-artificial-intelligence

Durante años, LeDanté Walker reservó el poco dinero extra que pudo encontrar para que, independientemente del problema de la cobertura de su seguro médico, su cuidador estuviera siempre atendido.


Walker, que sufrió una lesión medular al salir despedido del asiento trasero de un coche en un accidente en 1997, depende de un cuidador a domicilio para muchas funciones cotidianas, desde el traslado de la cama a la silla de ruedas cada mañana, hasta ayudarle a ducharse, vestirse, ir al baño y preparar las comidas.


Pero a principios de este año, Walker tuvo que echar mano de su fondo para imprevistos más que nunca, después de que los cheques de su cuidadora se quedaran sin 900 dólares de lo que se le debía. Walker le ofreció hasta el último céntimo que tenía ahorrado, prefiriendo pagar de su bolsillo para mantener la libertad y la estabilidad que le proporcionaba su trabajadora que ver cómo la dejaba en la estacada económicamente.


"Quiero ser independiente", dice. "Es mi derecho".



Los sueldos perdidos se debieron a fallos en una nueva herramienta digital llamada verificación electrónica de visitas (EVV), una aplicación que se descarga en el smartphone de un trabajador de atención domiciliaria y que hace un seguimiento de su rendimiento laboral diario, su ubicación física y sus horas.


Las empresas tecnológicas y los legisladores prometen que la EVV aumentará la eficiencia y la responsabilidad en la atención domiciliaria y reducirá el fraude, el despilfarro y el abuso en los programas financiados por el gobierno. Pero la herramienta ha sido una catástrofe para muchos en Arkansas, como Walker, y para miles de personas en todo el país. Los grupos de defensa y las personas con discapacidades advirtieron desde el principio que los sistemas de EVV erosionarían la autonomía de los clientes, dificultarían la atención domiciliaria y amenazarían el progreso de los movimientos por los derechos de los discapacitados y la vida independiente.


En el centro de estos desacuerdos están los clientes y trabajadores -a menudo mujeres de color o inmigrantes- que se sienten constantemente vigilados y bajo sospecha.


El gobierno de Obama aprobó una ley que exige la implantación de la EVV para gestionar todos los servicios de atención personal a domicilio pagados por Medicaid, el programa que ayuda a las familias pobres y trabajadoras de Estados Unidos a sufragar los gastos sanitarios. Y el 1 de abril, en virtud de un plazo federal para aplicarlo o perder un porcentaje de su financiación de Medicaid, Arkansas puso en marcha la EVV para clientes autodirigidos como Walker, que gestionan directamente a sus cuidadores en lugar de recurrir a una agencia de asistencia sanitaria a domicilio. La mayoría de los demás estados también están poniendo en marcha sistemas de EVV.


Según Walker y otras decenas de participantes en el programa de Arkansas, la implantación ha sido un desastre. Walker no recibió la notificación oficial de la transformación digital del estado hasta cuatro días antes de la puesta en marcha del EVV. Llamó y envió mensajes de texto a su coordinadora de apoyo, pero ésta no respondía. Al final le guiaron a un vídeo de formación en YouTube dirigido a las agencias de asistencia sanitaria a domicilio, no a los clientes autodirigidos como él. No respondía a sus preguntas.

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