La inteligencia artificial en las fronteras de la UE: Visión general de las aplicaciones y cuestiones clave
La UE y sus Estados miembros recurren cada vez más a las tecnologías de inteligencia artificial (IA) en sus esfuerzos por reforzar el control de las fronteras y mitigar los riesgos de seguridad relacionados con el terrorismo transfronterizo y los delitos graves. Se trata de una manifestación reciente de una tendencia más amplia hacia la "inteligentización" de las fronteras de la UE, una tendencia que también incluye el desarrollo y la interconexión de sistemas de información centralizados a gran escala y el despliegue de un mecanismo de intercambio de información descentralizado para las fronteras y la seguridad. Estos sistemas se han ido ampliando y modernizando para abarcar cada vez más categorías de personas (es decir, para colmar las "lagunas de información") y para procesar tipos de datos cada vez más variados (incluido un mayor tratamiento de datos biométricos).
A lo largo de la historia, los Estados se han apresurado a cooptar las "nuevas" tecnologías para resolver el problema típicamente moderno de identificar con precisión a las personas con el fin de controlar la movilidad y hacer frente a la delincuencia. Independientemente de la sofisticación y la eficacia de las distintas tecnologías e instrumentos de identificación (pasaportes, mediciones corporales, toma de huellas dactilares, fotografía, detectores de mentiras o sistemas de reconocimiento facial), su adopción siempre ha reflejado los puntos de vista y las preocupaciones científicas, sociales y políticas que dominaban en las épocas y lugares correspondientes.
En este documento se identifican y analizan cuatro tipos principales de aplicaciones de IA que la UE utiliza o está considerando utilizar en el contexto del control y la seguridad de las fronteras: 1) identificación biométrica (reconocimiento automatizado de huellas dactilares y rostros); 2) detección de emociones; 3) evaluación algorítmica de riesgos; y 4) herramientas de IA para la supervisión, el análisis y la previsión de la migración.
Los sistemas de información centralizados de la UE para las fronteras y la seguridad incorporan cada vez más tecnologías biométricas para la verificación de la identidad o la identificación. La tecnología de identificación automatizada de huellas dactilares se utiliza actualmente en tres sistemas de información (el Sistema de Información de Schengen, la base de datos europea de dactiloscopia (Eurodac) y el Sistema de Información de Visados) y se utilizará también en otros dos (el Sistema de Entrada/Salida y el Sistema Europeo de Información de Antecedentes Penales para nacionales de terceros países). La tecnología de reconocimiento facial automatizado (FRT) aún no se utiliza en ningún sistema de información de la UE, pero se espera que todos los sistemas, excepto uno (el Sistema Europeo de Autorización de Viajes), procesen imágenes faciales en un futuro próximo con fines de verificación y/o identificación.
Las tecnologías de detección de emociones constituyen una de las aplicaciones más controvertidas de la IA en las fronteras y en otros lugares. Aunque en la actualidad no hay sistemas de detección de emociones desplegados en las fronteras de la UE, varios proyectos e iniciativas financiados por la UE han explorado y puesto a prueba tales tecnologías con el fin de mejorar el control fronterizo.
Además de verificar e identificar a las personas conocidas, los algoritmos de IA también se utilizan para identificar a personas desconocidas de interés a partir de perfiles de riesgo basados en datos específicos. La elaboración de perfiles algorítmicos para evaluar los riesgos individuales de seguridad y migración irregular se está desarrollando actualmente en el contexto del Sistema de Información de Visados y del Sistema Europeo de Autorización de Viajes. Los Estados miembros llevan a cabo una evaluación de riesgos automatizada y basada en la inteligencia en el marco del intercambio de datos de pasajeros entre ellos.
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