¿Qué grado de sostenibilidad tiene la energía eólica?

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Junto con la energía solar, la energía eólica está llamada a convertirse en el pilar fundamental del suministro mundial de energías renovables.


La generación de energía a partir del viento no sólo es neutra en carbono, sino que también puede utilizarse para producir hidrógeno y combustibles sintéticos como el queroseno y el gasóleo de forma respetuosa con el clima.


Junto con el sol, el viento es tan abundante que tiene el potencial de abastecer la totalidad de la demanda energética mundial varias veces. Esto será vital para la transición energética.


¿Pero qué hay de los aspectos negativos? ¿Qué parte de un aerogenerador se puede reciclar? ¿Y qué pasa con el impacto en las especies, y especialmente en la avifauna? ¿Cuál es la huella de carbono de la energía eólica a lo largo de su vida?


La huella del viento: Todo es relativo

La construcción de aerogeneradores es un proceso que consume mucha energía, especialmente la producción de las torres de acero y los cimientos de hormigón.


Según la Agencia Alemana de Medio Ambiente (Umweltbundesamt, UBA), las centrales eólicas tardan entre 2 meses y medio y 11 meses en generar la cantidad de energía necesaria para su construcción.


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Los aerogeneradores flotantes de Equinor en el océano

Por término medio, los aerogeneradores funcionan durante unos 25 años. Durante este tiempo, generan 40 veces más energía que la necesaria para la producción, el funcionamiento y la eliminación de una central eólica.


Las denominadas emisiones previas, generadas sobre todo por la producción de acero y cemento, de gran intensidad de carbono, se incluyen en el balance global de carbono del ciclo de vida de un aerogenerador.


Un aerogenerador terrestre de nueva construcción produce hoy unos 9 gramos de CO2 por cada kilovatio hora (kWh) que genera, según la UBA. Una planta nueva en el mar emite 7 gramos de CO2 por kWh.


En comparación con otras tecnologías, la eólica sale bien parada en cuanto a emisiones de carbono. En comparación, las centrales solares emiten 33 gramos de CO2 por cada kWh generado. Mientras tanto, la energía generada a partir del gas natural produce 442 gramos de CO2 por kWh, la de la hulla 864 gramos y la del lignito, o lignito, 1.034 gramos.


Según un estudio encargado por el movimiento antinuclear mundial WISE, la energía nuclear representa unos 117 gramos de CO2 por kWh, teniendo en cuenta las emisiones causadas por la extracción de uranio y la construcción y funcionamiento de los reactores nucleares.


Los surfistas eólicos se deslizan por el mar

LA FASCINACIÓN POR LA ENERGÍA EÓLICA

El windsurf hacia la victoria

Hoy en día, los windsurfistas pueden deslizarse sobre el agua a velocidades de más de 90 kilómetros por hora. Esto requiere potencia, técnica, buen equipo y mucho viento. En los Juegos Olímpicos de Tokio, el windsurfista holandés Kiran Badloe gana la medalla de oro.



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¿Qué se puede reciclar?

En las últimas tres décadas, la energía eólica ha crecido exponencialmente. En 1991, se construyeron en Alemania 50 turbinas eólicas con una capacidad de 100 kilovatios. En 2001, se habían añadido a la red otras 2.000 turbinas con una capacidad de 1.300 kilovatios.


Si se mantienen bien, estas centrales de pequeña escala pueden funcionar durante más de 30 años y ahora se pueden encontrar en muchos países.


Debido a su larga vida útil, hasta ahora sólo se han desmantelado unas pocas centrales antiguas. Pero para 2050 habrá que cerrar hasta 50.000 parques eólicos y sustituirlos por tecnología eólica más nueva y mucho más eficiente.


Esto requerirá la eliminación de gran parte del hormigón que se encuentra en los cimientos, el acero de la torre y la caja de engranajes y un compuesto de plástico con fibra de vidrio o de carbono utilizado en las palas del rotor.


El hormigón puede triturarse y utilizarse en obras de carretera, y el preciado acero puede reciclarse en acero nuevo. Otros metales valiosos, como el cobre y el aluminio, pueden reutilizarse.


Infografik Emmissionsbilanz Energieträger 2020 ES

Sin embargo, el reciclaje de las palas del rotor fabricadas con compuestos de plástico es más difícil. En Estados Unidos, las palas viejas han acabado hasta ahora en vertederos. En Europa, se han utilizado principalmente como combustible alternativo en hornos de cemento e incineradoras de residuos.


Las primeras palas de rotor reciclables para grandes plantas marinas se están produciendo actualmente en Dinamarca. Para 2030, el constructor de plantas Siemens Gamesa tiene previsto vender únicamente palas de rotor reciclables: a partir de 2040 se espera que la producción de las plantas eólicas de la empresa sea completamente neutra en carbono.


¿Ayuda la energía eólica a la protección de las especies?

En general, una rápida expansión de la energía eólica ayudará a reducir las emisiones de CO2, frenando el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.


Sin embargo, algunos ecologistas han exigido que las centrales eólicas no se instalen en reservas naturales o en lugares de parada de aves migratorias para no poner en peligro a los animales.


Para mitigar este impacto, un número cada vez mayor de centrales eólicas a gran escala están siendo equipadas con cámaras y tecnología de software que pretenden evitar las colisiones con las aves apagando las turbinas antes de que se acerquen demasiado.


Un gráfico que muestra lo que mata a las aves en Alemania

Las ballenas, las focas y los peces también se han visto perturbados por los ruidosos trabajos de construcción en el lecho marino cuando se construyen los cimientos de las plantas eólicas marinas.


Desde el punto de vista técnico, este problema se ha resuelto en gran medida mediante un r

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