Plataformas biopolíticas: las virtudes perversas del trabajo digital

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17530350.2021.1901766

Al mediar las actividades cotidianas, las interacciones sociales y las transacciones económicas, las plataformas digitales desempeñan un papel cada vez más dominante en el capitalismo contemporáneo. Estas plataformas se han destacado en la extracción de valor de los activos y el trabajo que se han considerado in(der)productivos. Mientras que la floreciente literatura sobre el capitalismo de plataforma y el trabajo digital se ha centrado en estos sistemas de extracción de valor, se ha prestado mucha menos atención a cómo las plataformas han emprendido también un proyecto de formación de sujetos y, por tanto, de desarrollo de capital. Mediante la teorización de una investigación empírica con personas que trabajan como repartidores de comida para Deliveroo, mostramos cómo las plataformas, en concreto las que prestan servicios en lugares urbanos, fomentan, e incluso exigen, que los trabajadores desarrollen una forma de capital humano basada en tres virtudes perversas que los convierten en trabajadores más productivos y deseables: flexibilidad, vitalidad y legibilidad. A continuación, analizamos el funcionamiento y las implicaciones de las plataformas biopolíticas, es decir, las plataformas que crean y administran un régimen de gobernanza biopolítica para cultivar y acumular capital, tanto humano como de datos.

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