Nulla ethica sine finibus (No hay ética sin límites)
Vivimos una época caracterizada por el olvido de sí y el olvido del límite. Se nos habla del relativismo (Jean-Fraçoise Lyotard), del pensamiento débil (Vattimo y Rorty), de la sociedad líquida (Bauman), de la deconstrucción del logocentrismo (Derrida). Ante la imposibilidad de encontrar la verdad, se apuesta por los procedimientos (ética procedimental), aparcando a los valores y principios (ética sustantiva) que venían dando solidez al sistema (Luhman).
Comentarios
Publicar un comentario