Ha oído hablar de los paraísos fiscales. Después del Brexit, el Reino Unido podría convertirse en un 'paraíso de datos'

 El mes pasado, el Reino Unido publicó su estrategia nacional de datos. Oliver Dowden, el secretario digital, escribió que, según la estrategia del Reino Unido, "los datos y el uso de datos se ven como oportunidades que se deben aprovechar, en lugar de amenazas contra las que protegerse". Nadie duda de que existen buenas oportunidades en los datos, pero no sería prudente centrarse demasiado en los beneficios potenciales de los datos y descuidar las amenazas que conlleva la recopilación y el uso de datos personales.

Uno podría comenzar a preocuparse razonablemente de que el Reino Unido opte por un enfoque demasiado inseguro cuando la estrategia se refiere a abordar las barreras a los datos, que, según afirma, van desde “barreras legales (reales y percibidas) hasta bloqueadores culturales y aversión al riesgo”. La preocupación podría aumentar a la luz de las opiniones del asesor principal número 10, Dominic Cummings, sobre los datos. No solo apoyó la vasta recopilación de datos personales para los fines de la campaña Vote Leave; También ha descrito el reglamento general de protección de datos (GDPR) de la UE como "horrible" e "idiota".

Los países con leyes de protección de datos deficientes generalmente se dividen en dos categorías: subdesarrollados o autoritarios. Dada su duramente ganada reputación de estar del lado del progreso y el antiautoritarismo, sería lamentable que el Reino Unido estuviera asociado con cualquiera de ellos. Pero hay una tercera posibilidad cuando se trata de malas prácticas de datos que es igualmente desagradable. El Reino Unido podría convertirse en un paraíso de datos, al igual que algunos países son paraísos fiscales.

Un refugio de datos sería un país involucrado en el "lavado de datos", dispuesto a alojar datos adquiridos de manera ilegal (por ejemplo, sin el consentimiento o las salvaguardias adecuadas) que luego se reciclan en productos aparentemente respetables. El lavado de datos sería algo que haría un país anfitrión para quienes se dedican al "dumping ético", un término utilizado para describir la mala práctica de exportar actividades de investigación no éticas a países con una regulación deficiente. Los datos alojados en paraísos de datos, además de usarse para productos aparentemente aceptables, también podrían usarse con fines ilegítimos o cuestionables (por ejemplo, software espía de entrenamiento, como algoritmos de reconocimiento facial, que luego se vende al mejor postor, incluidos los regímenes autoritarios). El lavado de datos implicaría que el Reino Unido permita a las empresas y gobiernos de todo el mundo hacer su trabajo de datos sucios bajo su protección a cambio de dinero. Permitir que el Reino Unido se convierta en un refugio de datos podría convertirse en una catástrofe de privacidad con un enorme daño financiero y de reputación para Gran Bretaña.

https://www.theguardian.com/commentisfree/2020/oct/17/uk-tax-brexit-data-haven-britain

Editado por Aniceto Pérez y Madrid, Especialista en Ética de la Inteligencia Artificial y Editor de Actualidad Deep Learning (@forodeeplearn).

Los artículos publicados son incluidos por su estimada relevancia y no expresan necesariamente los puntos de vista del Editor este Blog.


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