¿Se pierde el ser humano en el proceso de contratación?

 El proceso de contratación se está volviendo cada vez más automatizado, y las empresas implementan algoritmos para realizar búsquedas de palabras clave y análisis de videos. Entonces, ¿dónde está el lugar de la humanidad en este sistema cada vez más automatizado? Para demostrar esto, me refiero a los esfuerzos tanto federales como estatales para preservar su posición, con los esfuerzos individualizados de la ciudad también destacando de manera prominente en este esfuerzo. Luego considero cómo las empresas pueden navegar en este campo y asegurarme de que también mantengan el lugar de la humanidad en el proceso. A pesar de que el control se cede cada vez más a la automatización, los esfuerzos estatales y federales han asegurado que parte de esto haya regresado a los candidatos involucrados.

Gracias al poder de la automatización, cada vez más empresas utilizan procesos de contratación automatizados para ayudar con el procesamiento de candidatos. Desde el análisis de videos con inteligencia artificial (IA) hasta las búsquedas de palabras clave, el proceso de contratación está cediendo lentamente su toque humano a los algoritmos. Entonces, ¿cómo se está adhiriendo el proceso de contratación a qué aspectos humanos quedan? Aquí, echaré un vistazo al papel fundamental que todavía juega la Ley de Derechos Civiles, al tiempo que me refiero a cómo diferentes estados y ciudades han abordado el problema. Para terminar, analizaré cómo se aconseja a las empresas que superen este nuevo desafío y cómo el toque humano aún se puede preservar adecuadamente en un campo cada vez más automatizado.

Una vez diseñada, la Ley de Derechos Civiles iba a durar cientos de años, protegiendo los derechos de la población en general, mientras enfrentaba el sesgo y la injusticia de frente. De esta manera, el acto orientado al impacto aún protege a la humanidad contra los sustos del proceso de contratación automatizado. Cualquier algoritmo que discriminara a los candidatos en función de cualidades como la raza o condiciones como el estado civil se encontrará cara a cara con el acto en sí. Por ejemplo, un algoritmo solo puede descartar candidatos en función de la raza si la empresa involucrada está en el proceso de comprometerse con la acción afirmativa. De esta manera, el ser humano todavía puede verse como algo protegido dentro del proceso de contratación automatizado. Sin embargo, ¿qué pasa con otros aspectos de la vida, como la información económica, matrimonial y religiosa? En los pasos de la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC).

https://montrealethics.ai/is-the-human-being-lost-in-the-hiring-process/

Editado por Aniceto Pérez y Madrid, Especialista en Ética de la Inteligencia Artificial y Editor de Actualidad Deep Learning (@forodeeplearn).

Los artículos publicados son incluidos por su estimada relevancia y no expresan necesariamente los puntos de vista del Editor este Blog.


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