Ann Cavoukian explica por qué la vigilancia invasiva no debería ser la norma en los entornos urbanos modernos y sostenibles
https://www.codastory.com/authoritarian-tech/privacy-smart-cities/
De Ámsterdam a Dubai, las ciudades inteligentes prometen un futuro brillante y sostenible. Pensemos en los sistemas de GPS que ponen en verde las luces de las calles para las ambulancias que se acercan y en los sistemas de riego que controlan la calidad del suelo y el clima para conservar el agua.
Sin embargo, la tecnología que hay detrás puede tener serias implicaciones para nuestra privacidad y derechos civiles. En 2016, San Diego desplegó farolas equipadas con cámaras de vigilancia para controlar el tráfico, pero la policía ha utilizado desde entonces sus imágenes durante las investigaciones. En la primavera de 2020, incluso se encendieron en las protestas de Black Lives Matter. El ayuntamiento está estudiando ahora una nueva normativa para regular su uso.
En 2017, la doctora Ann Cavoukian aceptó trabajar como asesora en un proyecto ahora abandonado, en el que la empresa hermana de Google, Sidewalk Labs, planeaba equipar el paseo marítimo de Toronto con robots para trasladar los residuos a las instalaciones de eliminación, pavimentos calefactados para derretir la nieve y una miríada de formas de recopilar datos para preparar el uso de vehículos autónomos. Dimitió en 2018 por la preocupación de que otras empresas asociadas al proyecto no pudieran garantizar la privacidad.
Cavoukian, que también fue comisionada de información y privacidad de Canadá de 1997 a 2014, pasó a crear la "privacidad por diseño", un marco para incorporar salvaguardias en la tecnología de las ciudades inteligentes en el punto de desarrollo. Se sentó con Coda Story para hablar de cómo podemos crear entornos urbanos modernos con la privacidad incorporada.
Esta conversación ha sido editada por razones de longitud y claridad.
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