Para crear la AGI, necesitamos una nueva teoría de la inteligencia
https://bdtechtalks.com/2021/08/05/artificial-intelligence-considered-response/amp/
Durante décadas, los científicos han intentado crear imitaciones computacionales del cerebro. Y durante décadas, el santo grial de la inteligencia general artificial, ordenadores que puedan pensar y actuar como los humanos, ha seguido eludiendo a científicos e investigadores.
¿Por qué seguimos replicando algunos aspectos de la inteligencia pero no conseguimos generar sistemas que puedan generalizar sus habilidades como los humanos y los animales? Un informático que lleva tres décadas trabajando en la IA cree que, para superar los obstáculos de la IA estrecha, debemos considerar la inteligencia desde una perspectiva diferente y más fundamental.
En un artículo presentado en el congreso Brain-Inspired Cognitive Architectures for Artificial Intelligence (BICA*AI), Sathyanaraya Raghavachary, profesor asociado de informática de la Universidad del Sur de California, habla de la "respuesta considerada", una teoría que puede generalizarse a todas las formas de vida inteligente que han evolucionado y prosperado en nuestro planeta.
Bajo el título "La inteligencia: ¡considera esto y responde!", el artículo arroja luz sobre las posibles causas de los problemas que han perseguido a la comunidad de la IA durante décadas y extrae importantes conclusiones, entre ellas la consideración de la corporeidad como requisito previo para la AGI.
Estructuras y fenómenos
"Las estructuras, desde el nivel microscópico hasta el humano y el cósmico, orgánicas e inorgánicas, exhiben ('responden con') fenómenos a causa de sus disposiciones espaciales y temporales, bajo condiciones externas a las estructuras", escribe Raghavachary en su artículo.
Se trata de una regla general que se aplica a todo tipo de fenómenos que vemos en el mundo, desde las moléculas de hielo que se vuelven líquidas en respuesta al calor, hasta las dunas de arena que se forman en respuesta al viento, pasando por la disposición del sistema solar.
Raghavachary llama a esto "esfenómica", un término que acuñó para diferenciarlo de la fenomenología, la fenomenalidad y el fenomenalismo.
"Todo en el universo, a cualquier escala, desde la subatómica hasta la galáctica, puede verse como estructuras físicas que dan lugar a fenómenos apropiados, es decir, S->P", dijo Raghavachary a TechTalks.
Raghavachary cree que las estructuras biológicas pueden considerarse del mismo modo. En su artículo, señala que el mundo natural comprende una variedad de organismos que responden a su entorno. Estas respuestas pueden verse en cosas sencillas como los mecanismos de supervivencia de las bacterias, así como en fenómenos más complejos como el comportamiento colectivo que muestran las abejas, las hormigas y los peces, así como la inteligencia de los seres humanos.
"Visto así, los procesos vitales, de los que considero la inteligencia biológica -y, en su caso, incluso la conciencia- se producen únicamente como resultado de estructuras físicas subyacentes", dijo Raghavachary. "La vida que interactúa con el entorno (que incluye otra vida, grupos...) también se produce como resultado de estructuras (por ejemplo, cerebros, colmillos de serpiente, polen pegajoso...) que exhiben fenómenos. Los fenómenos son las respuestas de las estructuras".
La inteligencia como respuesta considerada
banco de peces
En los objetos inanimados, las estructuras y los fenómenos no han evolucionado ni se han diseñado explícitamente para apoyar procesos que llamaríamos "vida" (por ejemplo, una cueva que produce ruidos de aullidos cuando pasa el viento). Por el contrario, los procesos vitales se basan en estructuras que consideran y producen fenómenos de respuesta.
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