IA y derecho: implicaciones éticas, jurídicas y sociopolíticas

https://link.springer.com/article/10.1007/s00146-021-01194-0

Vivimos tiempos interesantes. La humanidad ha sido testigo de avances tecnológicos sin precedentes en lo que respecta a la inteligencia artificial (IA), que ahora repercute en nuestra vida cotidiana a través, por ejemplo, de nuestros teléfonos inteligentes y del Internet de las Cosas. La IA determina el resultado de nuestras solicitudes de crédito y préstamo; en Estados Unidos, a menudo informa de las decisiones de libertad condicional; e impregna nuestros entornos de trabajo.

En las últimas décadas, hemos visto los efectos positivos de la IA en casi todos los ámbitos de nuestras vidas, pero también nos hemos encontrado con importantes desafíos éticos y legales en áreas como el transporte autónomo, el sesgo de las máquinas y el problema de la caja negra. También ha surgido la preocupación por el rápido desarrollo y el creciente uso de las tecnologías inteligentes, especialmente en lo que respecta a su impacto en los derechos fundamentales (Gordon 2020).

Este número especial ofrece un excelente panorama de los debates actuales en el ámbito de la IA y el derecho. Contiene artículos oportunos y originales que examinan a fondo las implicaciones éticas, jurídicas y sociopolíticas de la IA y el derecho desde diversas perspectivas académicas, como la filosofía, la teología, el derecho, la medicina y la informática. Los temas tratados incluyen, por ejemplo, el concepto clave de persona y sus dimensiones legales y éticas, la IA en la asistencia sanitaria, la regulación legal de la IA y las cuestiones legales y éticas relacionadas con los sistemas autónomos.

En mi opinión, los artículos revelan, entre otras cosas -quizá no sea sorprendente-, que el sistema jurídico actual está mal equipado para resolver las cuestiones candentes creadas por los avances tecnológicos cada vez mayores de la IA. En otras palabras, necesitamos una regulación adecuada de la IA para tratar cuestiones actuales y previstas como el sesgo de las máquinas y la toma de decisiones legales, la personalidad electrónica y la responsabilidad legal en relación con las máquinas autónomas (por ejemplo, el transporte autónomo). Podríamos referirnos al marco necesario como una ley general de IA (GAIL). Por naturaleza, la IA no se detiene en las fronteras nacionales; es inherentemente global. Por lo tanto, la humanidad necesita un enfoque global para resolver los problemas jurídicos que plantea la IA. Muchos de los artículos de este número especial aportan soluciones interesantes a problemas persistentes y, por lo tanto, intentan dar forma a los debates en curso de forma sustancial.

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