La ética de la IA es una preocupación. Aprenda cómo puede mantener la ética

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La inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en algo omnipresente en nuestra vida cotidiana. 


Aunque no sea consciente de ello, la IA está integrada en muchas de las tecnologías que utiliza habitualmente. Cuando Netflix te recomienda un programa que podría gustarte, o Google te sugiere que reserves un viaje online desde el aeropuerto en el que sueles volar, la inteligencia artificial está involucrada.


De hecho, el noventa y uno por ciento de las empresas actuales quieren invertir en IA. Aunque la IA pueda parecer extremadamente técnica, rozando el nivel de la ciencia ficción, en última instancia no es más que una herramienta. Y como cualquier herramienta, puede utilizarse para bien o para mal. Por lo tanto, a medida que la IA va asumiendo tareas cada vez más sofisticadas, es importante asegurarse de que existe un marco ético para su correcto uso.


Profundicemos un poco más en las preocupaciones clave que rodean a la ética en la IA, algunos ejemplos de IA ética y, lo que es más importante, cómo garantizar que se respete la ética cuando se utiliza la IA en un contexto empresarial.


¿Qué es la ética en la IA?

La ética en la IA es un conjunto de principios morales para guiar e informar el desarrollo y el uso de las tecnologías de inteligencia artificial. Dado que la IA hace cosas que normalmente requerirían inteligencia humana, requiere directrices morales tanto como la toma de decisiones humana. Sin una normativa ética de la IA, el potencial de uso de esta tecnología para perpetuar la mala conducta es alto.


Muchos sectores utilizan mucho la IA, como las finanzas, la sanidad, los viajes, la atención al cliente, las redes sociales y el transporte. Debido a su creciente utilidad en tantos sectores, la tecnología de IA tiene implicaciones de gran alcance para todos los aspectos del mundo y, por lo tanto, debe ser regulada.

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