Algoritmo v Algoritmo
https://scholarship.law.duke.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=&httpsredir=1&article=4116&context=dlj
Los críticos dan la voz de alarma sobre el uso gubernamental de los algoritmos digitales, alegando que son demasiado complejos, inescrutables y propensos a la parcialidad. Sin embargo, una evaluación realista de los algoritmos digitales debe reconocer que el gobierno ya se rige por algoritmos de una complejidad y un potencial de abuso posiblemente mayores: los algoritmos implícitos en la toma de decisiones humanas. El cerebro humano funciona con algoritmos a través de complejas redes neuronales. Y cuando los seres humanos toman decisiones colectivas, también operan a través de algoritmos, los que se reflejan en los procesos legislativos, judiciales y administrativos. Sin embargo, es innegable que estos algoritmos humanos fallan y están lejos de ser transparentes. A nivel individual, la toma de decisiones humana adolece de limitaciones de memoria, fatiga, sesgos cognitivos y prejuicios raciales, entre otros problemas. A nivel organizativo, los humanos sucumben al pensamiento de grupo y al parasitismo, junto con otras disfuncionalidades colectivas. En consecuencia, las decisiones humanas resultarán en algunos casos mucho más problemáticas que sus homólogas digitales. Los algoritmos digitales, como el aprendizaje automático, pueden mejorar el rendimiento gubernamental facilitando resultados más precisos, oportunos y coherentes. Sin embargo, a la hora de decidir si se utilizan algoritmos digitales para realizar tareas que actualmente llevan a cabo los seres humanos, los funcionarios públicos deben proceder con cuidado en cada caso. Deben considerar tanto si un uso concreto satisface las condiciones previas básicas para el éxito del aprendizaje automático, como si de hecho se traduce en mejoras demostrables con respecto al statu quo. La cuestión del futuro de la administración pública no es si los algoritmos digitales son perfectos. Es más bien una cuestión sobre qué funcionará mejor: los algoritmos humanos o los digitales.
Comentarios
Publicar un comentario