La "IA para el bien social": ¿De quién es el bien y de quién es el bien? Introducción al número especial sobre Inteligencia Artificial para el Bien Social

https://link.springer.com/article/10.1007/s13347-021-00466-3

En esta introducción se exponen los objetivos y el alcance del número especial y se ofrece una visión general de cada uno de los artículos de investigación y los comentarios que siguen.


En la última década, la investigación sobre la inteligencia artificial (IA) ha salido de la sombra de un largo invierno de desprecio y se ha convertido en un cálido verano de esperanza y exageración. Aunque los académicos y los defensores de la IA han documentado minuciosamente los riesgos y los posibles perjuicios de la utilización de herramientas y técnicas basadas en la IA en una serie de ámbitos sociales, persiste la idea de que el poder prometido de la IA podría ser aprovechado funcionalmente y éticamente para fines "socialmente buenos" o, al menos, (re)orientado hacia ellos.


El doble objetivo de este número especial es, sencillamente, cuestionar la plausibilidad de esta noción y considerar sus implicaciones. La idea de que la IA, si se desarrolla con cuidado y se utiliza con sensibilidad (Floridi et al., 2020), puede contribuir a obtener resultados positivos en (algunas) esferas socialmente relevantes no carece de fundamento. Ya hay una serie de esfuerzos e iniciativas en marcha, por ejemplo, para desarrollar respuestas basadas en la IA que ayuden a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para 2030 (Cowls et al., 2021; Vinuesa et al., 2020). Y como la repentina pandemia de Covid y la rapidez del cambio climático global nos recuerdan, la sociedad global se enfrenta a retos tan graves y amplios que una actitud de "todo lo que hay" hacia las posibles soluciones, especialmente las que tienen un brillo de silicona, puede resultar irresistible. Sin embargo, la susceptibilidad a la seducción de las soluciones tecnológicas que genera la creciente vulnerabilidad de la sociedad debería hacernos reflexionar a todos, tanto por razones prácticas como de principios.


En términos prácticos, sólo cuando la niebla de la publicidad que rodea a la IA se corta, podemos empezar a considerar los beneficios y los costes reales de las herramientas específicas basadas en la IA, desplegadas en dominios específicos, desarrolladas para propósitos específicos. El término "IA" funciona como un útil papel de carta para los políticos que buscan establecer sus credenciales en la formulación de políticas del siglo XXI, así como para las nuevas empresas en busca de financiación inicial, y exagerar el potencial de la IA sirve a los intereses de ambos grupos, y a muchos otros. Por lo tanto, parece prudente adoptar una actitud cautelosa y basada en pruebas respecto a las afirmaciones sobre el potencial impacto positivo de la IA, ya sea en el ámbito privado, público o sin ánimo de lucro.

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