La IA debería ser regulada por con consejo, como en Atenas
No sabemos cómo regular los algoritmos, porque su aplicación a problemas sociales implica una incongruencia fundamental. Los algoritmos siguen reglas lógicas para optimizar para un resultado dado. La política pública es una cuestión de compensaciones: la optimización para algunos grupos de la sociedad necesariamente empeora a otros.
El artículo hace referencia a un informe de OpenAI y sugiere que deben ser los ciudadanos, un grupo diverso, quienes fijen las reglas.
Adaptado por Aniceto Pérez y Madrid, Especialista en Ética de la Inteligencia Artificial y Editor de Actualidad Deep Learning (@forodeeplearn)
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