La investigación del reconocimiento facial necesita un reconocimiento ético

 Durante los últimos 18 meses, varias universidades y empresas han eliminado conjuntos de datos en línea que contienen miles, o incluso millones, de fotografías de rostros que se utilizan para mejorar los algoritmos de reconocimiento facial.

En la mayoría de los casos, los investigadores extrajeron estas imágenes de Internet. Las imágenes se clasifican como datos públicos y su recopilación no pareció alarmar a las juntas de revisión institucional (IRB) ni a otros organismos de ética de la investigación. Pero a ninguna de las personas en las fotos se les había pedido permiso, y algunas estaban descontentas por la forma en que se habían usado sus caras.

Este problema ha sido destacado por el trabajo del artista e investigador con sede en Berlín Adam Harvey, quien destacó cómo las empresas utilizan conjuntos de datos públicos para perfeccionar la tecnología vinculada a la vigilancia, y por los periodistas que informaron sobre el trabajo de Harvey. Muchos investigadores en los campos de la informática y la inteligencia artificial (IA), y los responsables de los procesos de revisión ética institucional relevantes, no vieron ningún daño en el uso de datos públicos sin consentimiento. Pero eso está empezando a cambiar. Es uno de los muchos debates que se deben tener sobre cómo funciona el reconocimiento facial, y muchos otros tipos de investigación de IA, se pueden estudiar de manera más responsable.

https://www.nature.com/articles/d41586-020-03256-7

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