El caso ético de los fiduciarios de datos

 En una sociedad que defiende el estado de derecho, deberíamos proteger a los internautas al menos tanto como protegemos a los sospechosos de delitos. Nuestros datos personales no deben utilizarse como un arma en contra de nuestros mejores intereses. Para lograr tal objetivo, necesitaríamos obligar a las instituciones que recopilan y administran datos personales a estrictas obligaciones fiduciarias. [2] Esto haría que las empresas que poseen datos personales tengan un deber equivalente de lealtad y atención a sus clientes que los fiduciarios, como asesores financieros, médicos y abogados.

La palabra fiduciario proviene del verbo latino fidere, confiar. La confianza está en el corazón de las relaciones fiduciarias. Primero, porque al fiduciario se le confía algo muy valioso: sus finanzas, su cuerpo, sus asuntos legales o sus datos personales. En segundo lugar, porque al confiar este bien valioso a otros, usted se vuelve extremadamente vulnerable a ellos. Al aceptar lo que se les confía y en reconocimiento de su vulnerabilidad, los fiduciarios le deben su confiabilidad. [3]

https://www.adalovelaceinstitute.org/ethical-case-for-data-fiduciaries/

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