Sesgos, racismo y mentiras: afrontar las consecuencias no deseadas de la IA
La frase "inteligencia artificial" puede evocar imágenes de máquinas que son capaces de pensar y actuar como los humanos, independientemente de cualquier supervisión de personas reales, de carne y hueso. Las versiones cinematográficas de la IA tienden a presentar máquinas superinteligentes que intentan derrocar a la humanidad y conquistar el mundo.
La realidad es más prosaica y tiende a describir software que puede resolver problemas, encontrar patrones y, en cierta medida, "aprender". Esto es particularmente útil cuando es necesario clasificar y comprender grandes cantidades de datos, y la IA ya se está utilizando en una serie de escenarios, particularmente en el sector privado.
Los ejemplos incluyen chatbots capaces de realizar correspondencia en línea; sitios de compras en línea que aprenden a predecir lo que podría querer comprar; y periodistas de IA que escriben artículos deportivos y comerciales (esta historia, les puedo asegurar, fue escrita por un humano).
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